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jueves, 6 de junio de 2013

Mi periodismo (IV)... el futuro

Cierro hoy este breve repaso a lo que ha sido mi experiencia en el mundo del periodismo, con una visión personal de lo que creo que es el futuro de esta profesión. Quisiera no tener que concluir esta serie de post con una imagen tan negra de lo que pienso que se avecina pero, por desgracia, no me queda más remedio.

La crisis actual está consiguiendo que el paro en el sector de los medios de comunicación tome cotas hasta hace unos años impensables. La irrupción de internet y la disminución de publicidad en los medios hace que sea insalvable la desaparición o las restructuraciones de casi todos ellos. El futuro laboral es negro y el de los contenidos no es mucho mejor, es más, me atrevería a predecir que será, de aquí en adelante y como ya se va notando, mucho peor.
La triste realidad es que el periodismo dejó de buscar contenidos de calidad para centrarse en que crezca la cantidad. El sino de la televisión, la radio o la casi al borde de la muerte prensa escrita, se ha convertido en vender cada día más cueste lo que cueste. Necesitan sobrevivir a la espantada que sus anunciantes han hecho y el vender más ejemplares que su competencia es la única manera de volver a atraerlos (ningún periódico sobrevive únicamente con lo que cuesta, es decir, no hay autofinanciación posible). La cantidad predomina y, en un país con un índice de telebasura tan abrupto como España, la única manera de llegar a más gente es esparciendo estiércol en vez de noticias. El amarillismo se apodera de todos y cada uno de los medios que tienen que recurrir a personajes que nunca simbolizaron el verdadero sentir de esta profesión para llegar un párrafo más lejos que el rival. La crispación, la guerra de guerrillas y el ahondamiento en la chabacanería se han apoderado de casi todos los frentes del periodismo: ya es inmensamente patente en la prensa rosa, casi absolutamente también en la deportiva, muy abultado en la nacional y está siendo introducido poco a poco en la económica, cultural o internacional.
Lo chabacano vende y hay que vender para sobrevivir. Aquí nace el principal problema del mundo informativo actual.

martes, 4 de junio de 2013

Mi periodismo (III)... el trabajo

Ya he comentado en las anteriores entradas que vengo haciendo sobre esta profesión, que el 99% de los que una vez fuimos tan valientes (o insensatos, según lo quieran ver ustedes) de escoger el periodismo como modo de vida, hemos tenido que alejarnos paulatinamente de él para poder sobrevivir.
Los hay que todavía siguen cobrando trescientos euros por hacer unas prácticas interminables a la espera de ese esperado contrato (con un sueldo no mucho mayor) que los ayude a establecerse definitivamente en un medio de comunicación. También hay casos de alumnos más avispados que, viendo cómo estaba el panorama, no tardaron en matricularse en otra carrera (periodismo es tan fácil que es compaginable a la perfección con casi cualquier otra licenciatura) y ahora viven de esa otra rama siempre y cuando la crisis les deja. Por último, hay otro grupo que comenzó con ilusión en los medios y un buen día se dio cuenta de que ojalá hubiera sido tan sagaz como sus compañeros de curso para poder haber huido rápidamente de un trabajo que, no nos engañemos, no da para vivir más que a unos pocos afortunados o, en su defecto, una serie de enchufados por papá o mamá. Yo fui del de ese último grupo que un buen día decidió que ya estaba bien vivir de ilusiones.

Comencé a hacer prácticas en tercero de carrera. Lo hice en ese curso porque la normativa de la licenciatura impedía a los alumnos hacerlo antes. Sí, como ya he narrado con anterioridad, la carrera no deja a los periodistas hacer prácticas en medios hasta que se llega a la mitad de ella, una auténtica estupidez. Mi primer contacto con un medio de comunicación fue en una importante radio nacional. Pasé allí ocho meses donde aprendí sin duda más que en mis cinco años en la facultad (tampoco es que fuera muy difícil por otra parte). Mi turno se dividía en mañanas, tardes o fines de semana que yo no podía elegir y donde además debía estar atento ante cualquier imprevisto en el que se me solicitase para cambiar mi horario. Eso sí era periodismo o, por lo menos, una idea clara de lo que era esa profesión.
Conocí a auténticos maestros de la radio y aprendí muchísimo en tiempo en el que, todo hay que decirlo, no cobré ni un solo céntimo de euro. El coste del transporte, las dietas o los honorarios mínimos que un becario cobraba por entonces, nunca existieron para la hornada que entró aquel año 2008.
Los seis meses de prácticas se alargaron dos más y fue a principios de junio cuando comuniqué a la empresa que abandonaba. Lo hice porque no podía permitir que mis padres siguieran pagando en los meses de verano mis costes universitarios (piso, comida, desplazamientos…) y porque esa época de vacaciones era la única en la que podía solicitar un trabajo remunerado que me permitiera sobrevivir al año siguiente.
Mi paso por allí fue magnífico en muchos sentidos pero tristemente aclarativo en otros. Supe inmediatamente que para acabar en un medio de comunicación tienes que tener suerte, padrino o las dos cosas. Coincidí con gente más que capaz que no tuvo mejor fortuna que yo mientras otros, ‘hijos, sobrinos o primos de’ ampliaban sus contratos en prácticas con la esperanza casi asegurada de que tendrán trabajo en el futuro. El enchufismo es, sin duda alguna, el gran enemigo de los periodistas más brillantes de mi generación, que ven como se quedan fuera por gente mucho menos capaz que ellos. Desolador y desmotivador como pocas cosas en la vida. Me parece una auténtica barbaridad que los Mañero, los Guillén, los Agulló, los Senovilla, de Otto, Castro y un largo etcétera se tengan que desquebrajar la cabeza buscando trabajo mientras el ‘hijo, el sobrino y el nieto de’ estén plácidamente ocupando un sitio que no se han ganado más que por el apellido. Hagan ustedes la prueba, verán como los jóvenes periodistas de la actualidad son, en un tanto por ciento muy aclarativo, o bellezones femeninas o enchufados masculinos (o una mezcla de ambas cosas)

lunes, 3 de junio de 2013

Mi periodismo (II)... La filosofía

Siempre pongo mi primer día en la facultad como ejemplo de lo que yo creí que era el periodismo. Es, probablemente, el recuerdo más bonito que queda sobre lo que yo entendí como un sueño y posteriormente se convirtió en el despertar de una triste realidad.
En aquella primera jornada en la UCM uno de los profesores encargados de abrir el discurso inicial a un centenar de estudiantes que comenzaba su andadura universitaria, nos avisó con tiempo de lo que venía: “Habéis elegido probablemente la profesión más bonita del mundo, eso sí, tengo el deber de avisaros: si queréis haceros ricos, tener vacaciones o trabajar poco y en un horario definido, habéis elegido mal”. Aquel catedrático anónimo consiguió mantener la atención de todos nosotros con un discurso embriagador, motivador como pocos. “El periodista” –continuó – “tiene el deber de, además de decir siempre la verdad, no venderse a intereses empresariales y, sobre todo, no publicar nada que no haya sido confirmado. No debe prevalecer la primicia sobre la realidad. No caigáis en ese fallo y sed siempre prudentes”. Uno recuerda ahora esas palabras, mira el panorama actual y claro, se echa a reír.
Bajamos a la cafetería, aquel lugar que coparía horas y horas de debate y charlas con los primeros compañeros que habíamos conocido y que se convirtieron, en muchos casos, en amigos que durarán eternamente. Se empapaba el optimismo en todo nosotros, creo que fuimos la última generación (siempre hay excepciones) que mayoritariamente había llegado voluntariamente a ‘pasar hambre’, a descartar una vida de acomodo económico más que por seguir el paso de aquellos mitos mediáticos que nos narraban goles, contaban historias o trasmitían cualquier escena de un mundo que no habíamos visto pero del que estábamos dispuestos a ser parte.

La licenciatura académica más rápida de la historia. Duró un día, después vino la realidad.

A la mañana siguiente uno va despertando de un sueño efímero y realmente inexistente. Poco a poco ve lo que de verdad es el periodismo y en lo que se ha convertido en los últimos diez años. No fuimos siquiera la última generación decente, nosotros fuimos parte del fracaso y ni nos dimos cuenta de que ya habíamos llegado tarde, de que el noventa por ciento ni siquiera trabajaría en esto más que por alguna práctica mal pagada. Ya no había lugar para nosotros en esta profesión.

jueves, 30 de mayo de 2013

Mi periodismo (I)... La licenciatura, 2ª Parte

En esta segunda parte de mi repaso al periodismo como carrera universitaria quiero hablar del plan de estudios y algún caso en particular que me gustaría compartir con vosotros.
La licenciatura de periodismo que yo viví constaba de cinco años de los cuales, me atrevería a decir, le sobraban tres. Con la nueva remodelación educativa y el plan Bolonia la cosa ha quedado en cuatro y, estoy seguro, que aún le sigen sobrando esos tres. Eso sí, me aseguran algunos alumnos que lo estudian (sí, aún sigue habiendo chavales que se decantan por estudiar periodismo) que la cosa ha mejorado académicamente. Habría que verlo. 

Lo primero que merece la pena resaltar de la carrera es que en ninguno de los cinco años que yo cursé hubo una sola asignatura de inglés (o cualquier otro idioma extranjero). El idioma más importante del planeta y presente en cualquiera de los medios de comunicación más trascendentales no se estudia en una de las carreras que probablemente más lo necesitan. Las lenguas quedaban tan desterrados como las nuevas tecnologías, las redes sociales, las prácticas en medios (no es obligatorio hacer ni un minuto de prácticas en medios de comunicación) o, aunque parezca mentira, la redacción. Cinco largos años de estudios para que únicamente haya dos asignaturas que te ‘enseñen’ a escribir en la carrera que más importancia tiene la escritura: una anual en segundo y una cuatrimestral en cuarto. Increíble.
Por otro lado, la facultad de Ciencias de la Información sí sigue dando cabida a uno de los instrumentos más desfasados del periodismo universal y la maquetación: el tipómetro. La herramienta más anacrónica de nuestros días es obligatoria en la mayor parte de las asignaturas de maquetación, diseño o tecnologías de la información. Háganse una idea de lo que hay por allí.

El plan de estudios se completa con una serie de asignaturas incomprensiblemente largas y rebuscadas y otras enigmáticamente cortas y más necesarias. Viendo que los profesores no dan la talla, los alumnos no tienen nivel y el plan de estudios es irrisorio, entendereréis un poco mejor el por qué del declive de esa licenciatura.

miércoles, 29 de mayo de 2013

Mi periodismo (I)... La licenciatura, 1ª parte

Comienzo hoy una serie de entradas en las que quiero dejar constancia de lo que ha sido mi experiencia con el periodismo a nivel educativo, laboral, social y personal durante los últimos ocho años. Antes de empezar a desgranar una a una las diferentes parcelas que quiero resaltar, me gustaría dejar claro desde el principio que estos testimonios parten de una idea personal y propia de lo que ha sido mi experiencia en el mundo y de lo que yo creo, desde criterios total y absolutamente subjetivos, que es la licenciatura y el negocio del periodismo en España. Comencemos pues.

Entré a estudiar periodismo en el año 2005. Siempre tuve claro que quería escribir y mi horizonte, inevitablemente, me llevaba a esta profesión. Me aceptaron en Valencia, Sevilla, Alicante y Elche, aunque yo decidí que no había mejor facultad en España que la de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid. Ahí cometí mi primer error.

Parto de la base, como siempre he dicho, que no hay facultad más inútil en el mundo que la de periodismo. Ustedes podrán reconocer a un mal periodista cuando les asegure que él/ella "es periodista porque ha estudiado periodismo”.  El periodista no se hace en esa facultad (y menos en esa facultad), se hace en un medio de comunicación y, sobre todo, en la calle.

jueves, 3 de febrero de 2011

Cosas curiosas de mi Facultad (el cuarto poder)

Hoy es un día especial, es un día en que me doy cuenta de cuanto poder tengo con este blog. No lo había pensado ni me había percatado hasta ayer, pero ¿por qué no decirlo? Soy el puto amo.

Para comprender la actualización es necesario que leáis primero otra que hice hace unos meses, en la que escribía ESTO.

Ahora las cosas han cambiado, mejor dicho, los millones de visitas y el poder de Los Momentos al Pedo ha crecido hasta tal punto que ayer, cuando regresaba apenas dos meses después a Madrid a hacer un exámen me encontraba esto:



Efectivamente queridos amigos, han cambiado los precios. La crítica feroz que desde aquí hemos hecho a esas tarifas absurdas que habían puesto en la cafetería, ha surtido efecto y el gremio de hosteleros gordos-grasientos de la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid ha entrado en razón. No es necesario que me deis las gracias, me siento agradecido sabiendo que hago bien mi trabajo.

PD: Algún puede pensar que yo no he tenido nada que ver y que era sólo cuestión de tiempo que esto cambiase, para todas esas personas y, parafraseando a un grande, les digo: "Mierda pa´vosotros"

martes, 2 de noviembre de 2010

Cosas curiosas de mi facultad (El racanismo puro)

Hace ya un mes que me he trasladado a Murcia y dejado atrás la, llamémosla 'incalificable', Facultad de Ciencias de la Información de la Complutense de Madrid. En mi último viaje a la capital del reino, volví a disfrutar de otra de las curiosidades que, durante cinco años, me ha ofrecido ese edificio tan feo como el sobaco de Masiel.

Esta vez mi sorpresa salió a la luz en una de las salas más transitadas por los estudiantes, la cafetería. En ella, hay unas maquinitas donde al introducir el precio (en moneda o billete claro) sale un ticket y con él puedes acercarte a la barra a coger lo que has pedido (es que esto lo lee gente de pueblo que no sabe que es una máquina expendedora). Los precios habían cambiado un poco, algo así.





Efectivamente los cerdos han puesto todos los precios uno o dos céntimos más caros con la única intención de dar por saco. Ahora cuando compras un café con leche, tienes que meter 80 céntimos para que devuelva 4 monedas de mierda, que no te sirven para la próxima vez, ya que los bastardos encima que no paran de tocar los testículos, saben que la 'maquinita' no acepta monedas de uno o dos céntimos. Ahora que tontos no son, el día que fuí ya había un vasito en la mesa para que la gente dejase los céntimos ahí. Pero no os creáis que ese dinero va para obras benéficas ni para curar el Ébola en el Congo, no señor, los gordos cabrones se lo guardan para zampárselo en cerveza y coñac. Ahora que conmigo la llevan clarica, antes prefiero donarlo para la asociación de terroristas islámicos que dejarlo en ese vaso...

Vaya cabreo tonto me he pillao oye, y eso que ya no estoy en Madrid, no quiero pensar cómo estarán los que lo vivan siempre

jueves, 8 de julio de 2010

Mi amigo el poeta

Quien iba a decir que Manuel Mañero, central robusto y potente del equipo de fútbol de Ciencias de la Información, iba a resultar un poeta, yo desde luego que no. Pero realmente me ha sorprendido ver que nuestro "pequeñín" es un chico tierno, romántico e instruido en el tan difícil arte de la seducción escrita. Os dejo la prueba de ello AQUI



"Pocos ven lo que somos, pero todos ven lo que aparentamos."
Nicolás Maquiavelo


PD: Me reservo para hablar de la selección hasta el Domingo, no os penséis que me olvido. Me podéis seguir más brevemente en Twitter @antoninomora

jueves, 10 de junio de 2010

Cosas Curiosas de mi Facultad: Derecho a todo

Creo que sino cambia mucho la cosa esta será la última actualización de "Cosas Curiosas de mi Facultad", por lo menos en la que hasta ahora ha sido mi fuente de conocimientos universitarios. Os dejo esta instantánea



Y yo que veo esto cuando ya me voy...por 380 euros tienes DERECHO A TODO. No quiero imaginarme que tipo de bacanales/orgías/akelarres y demás perversiones de la humanidad se darán lugar en ese piso universitario. Disfrutarlo chicos, siempre con protección

miércoles, 26 de mayo de 2010

Fin de ciclo

Y se acabó. Parecía que jamás llegaría este día, pero como todo en esta vida...¡llegó!. 
Se terminó (de momento) mi vida en Madrid. Echaré de menos todo: las tardes cálidas, las salidas nocturnas, caminar por sus calles, los domingos lluviosos, el fútbol, disfrutar con todo lo que tiene esta preciosa ciudad y, sobre todo, a todos los que me habéis acogido y querido durante cinco años.



Me ha hecho gracia el detalle que me ha regalado mi pasta de dientes. Después de cenar me he ido a lavármelos y, tras mucho apretar y apretar, he conseguido sacar el poquito que le quedaba. Me ha costado, estaba casi vacío y ahora, con ese último pedazo fuera, lo está. El último suspiro de una pasta de dientes me recordaba que sí, que se acabó todo por aquí. Ahora a vivir, ¡qué remedio!; quizá Murcia, quizá más lejos, sólo Dios y el destino lo saben. Espero que a donde ellos quieran llevarme, pueda ser, por lo menos, tan feliz como he sido aquí.

Gracias a todos...os llevaré conmigo, siempre.

jueves, 4 de marzo de 2010

Cosas Curiosas de mi Facultad (una bonita anécdota)

Este cuatrimestre por tengo que ir a clase. Los malditos profesores pasan lista y mi aprobado y, por consiguiente, mi vida, depende de que asista de Lunes a Miércoles a clase. Es duro ir tres días a la semana, pero bueno, creo que podré aguantarlo

En este nuevo cuatrimestre, tengo un profesor un tanto peculiar. Nos da Ética de la Información y ayer en clase nos contó una anécdota. El tema era la suplantación de profesión en el periodismo y las consecuencias legales de ésta. Paso a relatarla:

"Hace unos años tuve un par de chavales en clase, eran también de quinto curso como vosotros y eran muy buenos estudiantes. Yo me llevaba francamente bien con ellos, asisitían mucho a mis clases y eran un ejemplo a seguir. Trabajaban para una revista del corazón y por esa época ETA había disparado a un parlamentario de UCD y el hombre estaba muy gravemente herido. A estos chicos, no se les ocurrió otra idea que comprarse un par de batas de médico y entrar al hospital para sacar unas fotos. Como comprenderéis eso es delito y claro, cuando uno hace las cosas mal siempre le acaban pillando. Los chavales eran buena gente, pero se enfrentabana a un delito que podía llevarlos incluso a la cárcel. Yo era su tutor y vinieron a pedirme consejo y ayuda. Estuvimos hablando y hablando y me rogaron que intercediera por ellos ya que habían seguido todas mis explicaciones y nuestra relación era casi de amigos...Creo que finalmente solo estuvieron un par de años en la cárcel..."

Viva la amistad

lunes, 1 de marzo de 2010

Carteles de mi Facultad (4ª Parte)

El otro día leí esto en mi Facultad


"Se busca bufanda gris, se que estaba en el suelo. Maldición a quien no me la devuelva. Por mi bufanda MA - TO"

Muy grande

miércoles, 25 de noviembre de 2009

Cosas curiosas de mi facultad: El misterio de la uva que no cae (desenlace final)

Para los que sepáis nada sobre este misterio que dirante años ha sido objeto de estudios y dilemas en la Facultad de Ciencias de la Información de la Complu os dejo el enlace AQUÍ


Pues el otro día llego a la cafetería de mi Facultad y veo esto


¡¡¡ Ya no estaba!!!

¿Qué ha pasado? ¿Por qué? ¿Dónde ha ido a parar esa uva impertérrita durante tanto tiempo?
¿Habrá viajado por el espacio tiempo para regresar al universo paralelo de donde vino?

¡Pues no! Un niñato de primero, le dio con una muleta y la tiró al suelo. Así, como os lo cuento. Todo el misterio y todo el interés que una uva había despertado en nosotros, se fue a la mierda porque a un imbécil perteneciente a la "generación llavero" le apetecía. Que asco de juventud por Dios

D.E.P Uva querida

miércoles, 21 de octubre de 2009

Fútbol

Octubre es un mes de comienzos: comienzo de clase, comienzo de trabajos, comienzo de botellones (eso la gentuza, yo no) y sobre todo comienzo de fútbol. Ahora toca organizar equipos, equipaciones y empezar a hacer deporte como Dios manda.



PD: Lo que me mola es que salimos Jueves, Viernes y Sábados, nos ponemos como cerdos alcoholizados y, al día siguiente, vamos de resaca a jugar al fútbol. Es como si Jack el Destripador al día siguiente de un asesinato, fuera de voluntario a un horfanato a contarle cuentos a los niños

viernes, 16 de octubre de 2009

El insulto más lamentable de la historia

Hoy tenía intención de actualizar con algunas posturas sexuales que ayer tuve la suerte de aprender (no, no pille cacho, pero estuvimos de botellón, salió la conversación y el maestro Raúl me iluminó) pero por respeto a la enorme cantidad de gente sensible a esas guarrería que lee mi blog (mi mamá), os contaré otra anécdota que me pasó hace un par de años.

Tengo la enorme suerte de formar parte del equipo de fútbol de Ciencias de la Información y de tener unos compañeros geniales (hasta aqui el peloteo). Hace un par de años jugamos contra I.E.B (Instituto de educación bursaltil). Deciros que esta gente son pijos no, son lo siguiente. No es que yo tenga algo en contra de los pijos ni mucho menos, de hecho me caen bien, pero es que hay un chaval entre ellos que está muy flipaoo. No sé como si llama ni me interesa, pero lo que si sé (yo y todo el que lo conoce) es que es ...como definirlo sutilmente... GILIPOLLAS.

Siempre suele haber alguna trifulca en esos partidos. Nada fuera de lo común, alguna peleilla y poco más, pero ese día la cosa se torció un poquito más de la cuenta. Un compañero mío que no mencionare para darle anonimat, se picó con él durante el partido. Berni, mi compañero que no iba a mencionar, estaba ya algo cansadito de él y al final le dejó un recadito en forma de patada (en plan cariñoso). Al finalizar el encuentro, Berni que perfectamente podría comprarme a mi de esclavo y a toda mi familia por la enorme ingesta de dinero que tiene, se acercó a él para así, entre amigos, cagarse en su puta madre. El chaval, enfadado, soltó el insulto más lamentable que no solo yo, sino creo que toda la historia de la humanidad ha escuchado jamás. El silencio se produjo y los dos equipos permanecimos atentos a lo que el pijeras iba a decir. Él, se armó de valor y soltó por su boca: ¡Tu cállate... pobre de mierda!

Acto seguido las risas afloraron no solo en las caras de los de mi equipo, sino en los del suyo también. Nunca jamás un insulto provocó tanta alegría en dos equipos condenados a llevarse mal. No creo que se pueda ser más triste en un insulto que burlarse de la condición económica de otro. Con la cantidad de fallos físicos que tenemos todos, con la cantidad de familiares que tenemos todos, con la cantidad de barbaridades que puedes decir en un momento de cabreo, ¡va el pollo y le dice pobre!

Sinceramente increible

martes, 13 de octubre de 2009

Carteles de mi Facultad (3ª Parte)

Conforme entras a reprografía (Dios me libre que para comprar apuntes), puedes ver un ordenador tirado en el suelo tanto como así:



En él se ve este cartel:



"No se puede imprimir desde este ordenador"

PD: Gracias por la aclaración

miércoles, 7 de octubre de 2009

Carta de un alumno a Rosa Cal

Antes de empezar, me gustaría mostrarle a todos aquellos que sois ajenos a la Facultad de Ciencias de la Información, quien es la profesora Rosa Cal. Esta ecantadora señora imparte la asignatura de Historia del Periodismo Universal en 5º curso y claro, con la suerte que tengo, este año me da clase a mi. Como no quiero que mis palabras suenen exageradas y penséis que soy un pesimista os dejo testimonios de otros estudiantes que podéis encontrar en www.elratotonto.info.

"Huye! Por mucho que estudies y te prepares la asignatura, acabarás con un 5 raspao (”aprobadillo”, como dice ella) en el mejor de los casos. De las que ponen gilipolleces que no vienen a cuento en las calificaciones de los tablones (tipo: “No sabe”, “Menos literatura y más estudiar”). En fin…"

"Esta mujer rompe los esquemas como profesora. Como si la vida la hubiese castigado, lo único que hace es pagarlo con sus alumnos. Con ella se suda la gota gorda hasta en pleno diciembre..y no solo eso…hay alguno que ha llorado sangre…asi que da por hecho que vas a suspender! te lo aconsejo! es una rompetitulos…mi carrera ha durado un año más gracias a su asignatura. no tiene compasión por nadie"

"Si eres del 99% de la población que no estudia todos los días, ni te plantees cogerla. Y si eres del restante 1%, ten por seguro que vas a sufrir para aprobar. Desgraciadamente, desde hace ya unos cuantos años, monopoliza todos los grupos de la tarde, con lo que un turno retrasado en la matriculación te puede obligar a enfrentarte a ella. En tal caso, será tu perdición, y retrasará tu licenciatura un año. Qué se le va a hacer…"

"La gota gorda vas a sudar… y aún así no vas a aprobar"

Hoy he ido a mi primera clase con Rosa Cal y ya se que voy a suspender. Por eso he decidido escribirle una carta para comentarle algunas cosas. De todas formas he puesto otro nombre por si acaso lo lee, que no sepa quien soy (jaja soy super listo)

Carta de un alumnos a la profesora Rosa Cal.
Estimada profesora:

Mi nombre es Manuel Guillamón y soy alumno suyo en la asignatura de Historia del Periodismo Español, en el grupo F del quinto curso de Periodismo en la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad complutense de Madrid. Mi carta tiene un mensaje claro y explícito: quiero y necesito aprobar su asignatura. Se lo explico más detalladamente: Ya desde el año pasado llevo escuchando adjetivos hacia usted que me hacen pensar que es una profesora a la que podíamos considerar, digamos "dificil". Aunque la han definido de muchas maneras mucho menos ortodoxas, yo le doy un voto de confianza. No le comentaré nada sobre los improperios que han dicho mis compañeros de usted, pero creo que este año puede cambiar la fama de "puta vieja de mierda, ojalá y se jubile ya o directamente se muera" que ha ido adquiriendo durante todos estos años; y para cambiar esa fama, nadie mejor que yo. Por esto, le propongo un trato: sabrá usted que yo llevo una vida gloriosa en la que no conozco palabras como "estrés", "agobio", "apuntes" o "asistencia a clase"; también directamente he omitido de mi diccionario otros términos como "estudio", "tomar apuntes" o biblioteca" (este concepto específicamente me da repelus). Mi vida me gusta tal y como está, bien es verdad que puede que a otros no les parezca bien el ritmo de vida que llevo, pero para esas personas tengo una frase: que os den por culo.

Como le decía, me gusta mi vida y por eso quiero que siga así. Por esta razón y sin más preambulos le ofrezco un trato: yo puedo aportar sosiego y paz en su vida en estos, sus últimos años, siempre y cuando usted me apruebe y no haga como con otra gente a la cual ha dejado un año únicamente con su asignatura. Es fácil, yo hago mi exámen y usted me pone un "5", no pido más, ambos ganamos y todos felices. Si por el contrario (Dios no lo quiera) no lo hace, haré que su vida sea un infierno y conseguiré que desee lo que tantos y tantos de sus alumnos han deseado estos años: que se jubile de una vez. Asi que, ¿por qué no cedemos un poco todos y somos felices este curso?.

Atentamente un alumno que la quiere y la respeta

PD: Si intenta ir con esta carta al decano o a la policía que sepa que secuestraré a unos de sus trece gatos (más concretamente a Pulitzer) y lo asesinaré lenta y despiadadamente. Con cariño:

Manuel Guillamón Almela

jueves, 7 de mayo de 2009

Promociones Complutense

En la reprografía de la Facultad de Ciencias de la Información de la Complu se puede ver esta pedazo de oferta



¡Olé! ofertón vamos...

sábado, 14 de marzo de 2009

Cosas curiosas de mi facultad: El misterio de la uva que no cae

Es que la Facultad de Ciencias de la Información de la Complu no deja de sorprenderme





Aqui os adjunto una foto cuanto menos, curiosa. Es una uva en la pared. La cosa tiene su cosa (valga la redundancia). Y es que la uva lleva ya por lo menos dos años ahí, impertérrita, sin moverse y pegadita en la pared de la cafetería. ¿Por qué no cae? muchas veces me he preguntado a mi mismo eso, pero es un misterio. Como el del monstruo del lago Ness o como el misterio de Tutankamon, quizás por eso nadie se había atrevido a hablar de esto hasta ahora.

domingo, 18 de enero de 2009

En Madrid también se acuerdan de Elche

Joer que voy yo paseando por la Complu y me encuentro esto:



Por lo visto un tal Fidel que estuvo en Cuba, también se pasó por Elche de la Sierra y le gustó tanto que dejó esa pintada en las paredes de la Universidad.

Pues eso:

Viva Cuba (¿te lo pasaste bien allí eh bribón?)
Viva Fidel (Fidi tio, no seas tan egocéntrico)
Viva Elche (ahí si te doy la razón...(¡viva!)