
Aquí os adjunto una foto cuanto menos, curiosa. Es una uva en la pared. La cosa tiene su cosa (valga la redundancia). Y es que la uva lleva ya, por lo menos, dos años ahí, impertérrita, sin moverse y pegadita a la pared de la cafetería. ¿Por qué no cae? muchas veces me he preguntado, pero es un misterio todavía sin descifrar. Como el del Monstruo del lago Ness o el de la tumba de Tutankamon, quizá por eso nadie se había atrevido a hablar de esto hasta ahora.