miércoles, 1 de junio de 2016

Descríbeme

- Descríbeme como tú sabes - le dijo, desnuda sobre la cama, mientras se giraba para mirarlo entre la tenue luz que se colaba a cuentagotas por las rendijas de la persiana.

Él viró también hacia ella y respondió: mejor me describo yo.

"¿Qué sería de mis dedos sin poder surcar tu cuerpo, tocar tu piel? Explícamelo. Dime qué hacen mis manos si no te acarician, si no notan cómo te vas avivando desde tus pies helados hasta que asciendo por encima de tus rodillas. ¿Qué hago con ellas si les quito el único mapa que quieren recorrer?

Me dices que te describa y te respondo que no, que lo haré conmigo. Porque nunca vi tan bonitos mis ojos como cuando se reflejan en los tuyos. Jamás mi sonrisa fue tan real, salió tanto a relucir como todo el tiempo que llevas junto a mí. Descríbeme tú porque todo lo que tengo, todo lo que soy, todo lo que imagino, pienso o siento... es gracias a ti.

Mi pelo meciéndose entre tus dedos como las espigas del campo de trigo en las manos de Russell Crowe. Mi piel erizándose cuando me besas en el cuello, cuando me dices que me quieres, cuando me acuerdo cómo te desnudaba en aquella habitación doble en las noches de verano hace ya tanto que parece que fue ayer. Cambio las sábanas si no huelen a ti, no pienso en otra boca porque no hay besos que me gusten más, no hay otra lengua con la que quiera guerrear, no hay otra mujer bajo el vasto cielo que nos cubre que te haga olvidar. Ni la hay, ni la hubo... ni la habrá.



Déjame mil folios en blanco y te los rellenaré de palabras sobre ti, sobre tus ojos o tus labios, tu manera de caminar, tu forma de vestirte por la mañana o el modo en que achinas los ojos cuando te ríes. Arranca media selva y dame papel y tinta para decirte lo preciosa que eres, lo que me gusta cómo se aclara tu pelo dorado con la luz del sol del verano, o cómo se tuesta tu piel en la orilla del mar. Dame espacio y te dedicaré odas, sonetos o pareados; novelas, ensayos o poemas, pero para describirme a mí, para relatar lo mejor que tengo en esta vida, sólo hace faltan dos letras: tú.