viernes, 25 de enero de 2013

Los políticos españoles

Hoy cumplo 26 años, ya estoy más cerca de los treina que de los veinte y tanto yo, como miles de jóvenes de mi generación, vemos como la vida se nos va pasando poco a poco sin conseguir una oportunidad de comenzar una vida honrada. Por eso les escribo, aprovechando esta fecha, una especie de carta abierta a todos aquellos señores y señoras que han imposibilitado con su corrupción y malas decisiones que la generación más preparada de la historia de este país puede seguir adelante.

"Les escribo a ustedes, a esa casta política que juró vivir por y para nosotros, para el bien de la nación que tienen en sus manos, en sus sucias y pestilentes manos. Hoy me siento furioso a teclear con rabia el sentir de millones de compatriotas que ya están más que hartos de unas comadrejas indecorosas y corrompidas que pueblan los aledaños del Congreso y del Senado, de las diputaciones regionales o provinciales y de los ayuntamientos locales. Les escribo a ustedes, señores políticos de este país, para rendirles mi más profundo y deleznable desprecio por la gestión que están realizando en mi nación, en mi España querida.
Ustedes, que juraron ante Dios o la Constitución protegernos y guiarnos hacia una vida mejor, se han lucrado vilmente con nuestro dinero y nos han llevado a la peor situación de la historia de este país. Ustedes, alimañas advenedizas, que se han corrompido y envilecido hasta extremos inimaginables años vista, tienen la culpa de todo. Ustedes, que parafraseaban a Lincoln, Mandela, Churchill o Kennedy y ahora blasfeman sobre lo que significa la política, la solidaridad y el mirar por los demás mientras se lucran a nuestra costa respaldados por sus secuaces y por esa gentuza de las altas esferas de los que juraron nos protegerían. Han sido ustedes, necios y cobardes, los que han mirado para otro lado cuando se desahuciaba a una familia o cuando los niveles de desempleo llegaban a cotas antes impensables. Se vendieron, como meretrices de poca monta, al mejor postor, al que les garantizase su seguridad y su beneficio aunque fuera a costa del pueblo que les paga. Han deshonrado a los padres de esta democracia que tanto costó conseguir, ustedes, todos y cada uno de los políticos imputados en este país, los de un bando y los de otro. Son la vergüenza de la nación, la más falaz y recalcitrante plaga de esta España que se hunde cada día un poco más".

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martes, 15 de enero de 2013

Subiendo al paraíso

Hoy aprendemos de la tenacidad, el tesón, el esfuerzo y la constancia de un animalito no más grande que la palma de la mano. Ejemplar y precioso


lunes, 14 de enero de 2013

Soñé con un sueño

Ayer vi 'Los Miserables', esa película que la gente me decía que "estaban todo el rato cantando" y a la que yo contestaba, más desganado que otra cosa: "ni que fuera un musical...". Me gustó mucho, de principio a fin. Vi a un Hugh Jackman pletórico, a un Russell Crowe fantástico, a una Helena Bonham Cartes estupenda, a una Amanda Seyfried fabulosa y sobre todo, a una Anne Hattaway que se corona una vez más (y ya pierdo la cuenta de cuántas van) como una de las grandes de este precioso oficio que es el cine. Aquí la tenéis




PD: Si el enlace dejara de funcionar porque Youtube lo quita, no dejéis de acudir AQUÍ

jueves, 20 de diciembre de 2012

Voces en Imágenes

Le robo a @varumora un vídeo de su Tumblr que es buenísimo y que gustará, a buen seguro, a todos los amantes del cine. Disfrutadlo




miércoles, 12 de diciembre de 2012

12-12-12

La fecha había llegado: doce del doce del doce… era el momento. Salió de su casa y miró el reloj: las doce y doce minutos, tal y como había acordado con su docente que sería. Comenzó a recorrer las doce calles que separaban su hogar, una antigua iglesia docética del barrio donde algunos comerciantes ya preparaban las uvas que se venderían a docenas pocos días después… concretamente… doce.

Doce pasos más allá, una doncella doceañista relataba en voz alta El doce, aquel poema de un tal Aleksander Blok, a doce alumnos del instituto bilingüe Docce. La Europa de los doce había pasado a la historia al igual que el mito artúrico, aquel que reunía a sus doce caballeros a la mesa con el rey. Y sin embargo, ya únicamente el Rey de Reyes, el que fuera traicionado por uno de los doce, podría impedir que su plan se viniera abajo justo al dar las doce…pero para eso quedaban todavía doce largas horas por delante.

Pasó el tiempo y la docena de segundos que restaban para el fin del mundo le pareció apenas una duodécima parte de lo que había imaginado. El reloj seguía incansable, como los aficionados de La Doce en día de partido, avanzaba presto hacia la medianoche y las posteriores doce campanadas que marcarían el principio del apocalipsis, estaban a punto de resonar sobre los doce millones de personas de la ciudad, la doceava en número de población. Y entonces, cuando todo parecía perdido, el último resonar trajo consigo la calma, una calma que ella no entendió hasta que recordó que los Mayas habían dicho el 21, no el 12. Entendió que no le había dado la vuelta al calendario y lo había leído al revés. Un error que le tiraba al traste todas las cuentas que había hecho durante todo aquel tiempo y la ponía, por qué no decirlo, de un humor de doce pares de cojones.