lunes, 21 de marzo de 2011

Mi amigo el graciosete

Hace ya muchos años la madre de Manuel Guillamón (@loloQ33) acordó conmigo que cada mes me pagaría una cantidad desorbitada de dinero si aceptaba a su hijo como amigo y dejaba de pegarle. Aquel trato que parecía tan beneficioso años atrás, está a punto de quebrantarse por lo que os voy a narrar.

Hace un par de meses, Lolo me ofreció el trato de hacerle dos trabajos de la universidad a cambio de cuarenta euros cada uno. Yo, que soy un chico pobre y sin recursos, me ofrecí a realizarlos para recibir ese dinero que pudiera hacer de mi mísera vida algo más decente. Saqué un 8,5 y un 9,5 respectivamente y él, dentro de su miserabilidad, me pagó (al cabo del tiempo, todo hay que decirlo). El problema es que, como maneja tantísimo dinero (la mayoría negro, por si esto lo lee hacienda), me hizo una transferencia a mi cuenta en vez de pagarme en efectivo. Poco después, llegó el recibo a mi casa, mi madre lo abrió y leyó anonadada esto:



Efectivamente vemos que la transferencia es realizada por Manuel Guillamón Almela a Antonino de Mora por una cantidad estipulada de ochenta euros. El problema es, por si no os habéis dado cuenta, el concepto. Os lo pongo otra vez



Desde entonces, y por culpa del cabronzao de mi amigo, mi mamá y el hombre del banco no me miran igual