domingo, 2 de agosto de 2015

Imagina

Imagina tu blusa cayendo sobre los azulejos de mi cuarto y las gotas de sudor rompiendo contra el suelo mientras los gemidos resuenan en el aire despertando a los vecinos. Imagina mis dedos surcando tu piel desnuda, acariciando tu cuello, explorando tu espalda, palpando tus piernas, apretando tu pecho, rozando tu boca y sintiendo el calor de tu piel mientras te voy volviendo cada vez más loca. 

Imagina mi lengua luchando con la tuya, imagina tus muslos entrelazados a mi espalda, imagina mis ojos clavados en tus pupilas contraídas, convenciéndote sin palabras de que no quiero que te vayas, de que no habrá otro lugar donde puedas estar mejor; jugando a que el tiempo no pasa, a que el reloj está roto, a que no hay mundo más allá de ese colchón que cruje bajo nuestros cuerpos, que grita de placer, que chirría de gozo, que pide más amor, que nos ruega más pasión, que se nos insta sin pudor a perder cualquier atisbo de razón.


Imagina mis manos levando las tuyas hacia el cielo y amarrándolas al cabecero. Imagina cómo me pierdo en tu cuello inhalando el perfume apresado en él, mordiéndote la curva que lo enlaza con el hombro, notando cómo luchas por no desfallecer. Imagina que te abrazo tan fuerte que crees que te voy a romper, imagina que te beso con premura una y otra vez, imagina que te amo hasta un nuevo amanecer e imagina, querida mía, que ese sueño que te narro casi está por suceder. 

Imagina que la leyenda cobra vida, imagina que el cuento se torna realidad, imagina que los besos que creímos inventados, de repente, se vuelven de verdad. Imagina que la función comienza y que tú y yo la vamos a interpretar, imagina que el escenario es esa cama que te digo, esperándonos para echar a volar. Imagina que las letras se convierten en hechos, que las frases cobran sentido, que el texto que parecía imposible en un momento parece que ha sucedido. E imagina, mi vida, que un día, cuando menos te lo esperes, todo esto que te digo…nos habrá ocurrido.