Estoy seguro de que todos conocéis el grandísimo episodio de los Simpson (capítulo 8x22) en el que Homer encuentra una caja de detergente japonés que lleva su rostro. Paso a ilustraros
El detergente en cuestión, se llama Mr Sparkle en inglés, Mr Croquet en castellano y Mr Chispa en latino (que asco le voy cogiendo a esta puta forma de doblar, cojones) y la historia es que Homer intenta encontrar por qué leches sale su cara en un producto de limpieza. Un capítulo más que recomendable que, si todavía no lo habéis visto, puedo decir que me dáis mucho asquete. Sin embargo y como el corazón no me cabe en el pecho, os voy a dejar el fragmento en el que el padre de los Simpson descubre el por qué de sus dudas
Dejando a un lado el profundo odio que le cojo cada día más a Lisa, vemos que la cosa es más o menos así.
De una imagen de un pez y una bombilla sale por fin, la cara de Homer. Problema resuelto. Marketing lo llaman algunos, copia barata otros
Pues bueno, el caso es que yo, visionaro y observador donde los haya, he descubierto una copia barata en nuestra sociedad que supera con creces a la que acabamos de ver. Efectivamente amigos, la mierdecica del WhatsApp, esa que todos conocemos porque alguna vez hemos hecho la gracia de ponérsela a alguien en la conversación, no es más que otro producto de la mezcla de dos imágenes distintas. Paso a probar mi teoría.
Primeramente quiero que os familiaricéis con ella los pocos que no la conocéis
Ahí está, una boñiga feliz que bien podría ser el avatar del gran @Grabieh en Twitter y que está en todos los móviles (o casi todos) de este país. Pero yo me pregunto ¿de dónde salen esos ojos? Ahí, en ese par de ojos enormes es donde realmente reside el encanto de la mierda, porque ¿qué sería de ella sin sus ojos?
Probando una vez más mi dominio pasmoso de photoshop, comprobamos que pierde y mucho. Son esos ojos los que la hacen mágica, risueña, casi familiar. Una mierdecilla que todos querríamos llevar dentro (y hasta aquí el comentario asqueroso de la actualización) pero yo me pregunto más, ¿de quíen son esos ojos?. Aquí, en Los Momentos al Pedo (que tampoco cuesta nada que le deis a me gusta pedazo de hijos de puta) hemos descubierto de qué o, mejor dicho, de quién son. Aquí va la primera pista
¿Son ellos verdad? con una expresión más o menos distinta pero no cabe duda de que así es. Valga por delante que el chaval es negro y, Dios me libre de compararlo con ese objeto escrementoso que está siendo estudiado, pero parece que los creadores no han tenido piedad del chaval y le han puesto sus ojos a una cagarruta. Ahora imagino que os estaréis preguntando ¿De quién son? Pues aquí viene el segundo punto en el que hay que apoyarse y que paso a detallar.
8 de marzo de 2011, cuartos de final de la Champions league, el Barça gana al Arsenal de Wenger 3-1 en el Camp Nou con golazo de Messi y polémica arbitral. Sin embargo, otro sujeto ajeno al juego copa el interés de los internautas y se hace trending topic inmediatamente. El niño en cuestión es conocido como.... El niño detrás de Puyol
Esa cara increíblemente peculiar se convirtió en el tema del día y, por desgracia y por la crueldad de los inventores del programa de conversación telefónica, también en una copia burda de sus ojos. Efectivamente, con un zorote cualquiera y los ojos de El niño detrás de Puyol, se ha creado el icono más famoso de WhatsApp.
Espero el Pulitzer