No es que yo sea poco, ¡porque yo soy mucho nenes! es que mi queridísimo amigo Pedro me ha obsequiado con mi Pocoyó.
Aquí está, contento con la vida, ataviado con un jersey azul a rayas y unos pantaloncetes marrones. Con una media sonrisa que lo hace más que irresistible y un pelo despeinado por la pereza de tener que peinarse a diario.
Muchas gracias por el regalo.