sábado, 28 de noviembre de 2009

Volar agarrado a un ángel

"Ha sido un día duro y rendido buscas sosiego y paz en el sueño, en dónde si no. Necesitas alejarte de la cruda realidad y recurres a la cama. Tapado y arropado del frío de la calle y con el susurro de un mundo que no te gusta de fondo, te duermes. Cierras los ojos y desapareces. Puedes volar y, de hecho, lo haces, pero en los brazos de un ángel. Te alejas volando de aquí, de esta fría y oscura habitación y todo de lo que temes se queda encerrado en las cuatro paredes que has dejado atrás.
Estás en los brazos de un ángel y encuentras confort allí. Hay buitres y ladrones a tu espalda y la tormenta ruge con la fuerza de un león, pero a ti no te importa, estás protegido contra todo y contra todos. Eres invencible y ya no necesitas nada más. Por unas horas todo es precioso, por unas horas tu mismo te conviertes en ángel".