jueves, 19 de noviembre de 2009

Un día en San Sebastián

A las 7 salimos rumbo al norte, a un lugar donde no había ido nunca, a Euskadi.
El viaje nos regaló estos paisajes


Ver Anoeta



Y estar en el Concha.


Y ahí es donde acaba la playa y empieza la inmensidad del Atlántico


Precioso, me encantó. Una ciudad pequeñita pero muy bonita. Con playa, con montaña y con gente (la poca que conocimos, maravillosa)

Y es que aunque tengan sus cosas, esas que los hacen especiales


Fueron, son y serán siempre como nosotros