jueves, 11 de julio de 2013

Una proposición indecente

Con los libros y las películas pasa una cosa común: por muy malas o malos que sean, siempre puedes rescatar algo de ellos. Me pasó con Pear Harbor y hace poco lo recordé con Una proposción indecente, dos dramas bastante flojos pero que se unen en una banda sonora digna de rescatar, la primera de la mano de Hans Zimmer, la segunda y que os dejo hoy, por parte de John Barry.



Alguien dijo una vez: 
Si deseas con mucha fuerza algo, dejalo ir.
Si vuelve a ti será tuyo para siempre 
y sino regresa es que nunca lo fue

martes, 2 de julio de 2013

Julio

Las faldas revuelan al amanecer por las calles de la ciudad mostrando las piernas tostadas de esas chicas enfundadas en grandes gafas de sol y sonrisas relucientes. Pasean hasta el mar con su bolso colgado del brazo y con la intención de seguir quemando sus pieles ante un astro sol pervertido que se sienta pecaminoso a observarlas. Julio comienza y con él el verano, el verdadero verano. El otro Julio, el de carne y hueso, sale a pasear el día dos de su mes y se encuentra con un mundo inundado por la alegría, por la extraña e irremediable dicha que parece demostrar que ahora, en esta época, todo se antoja menos oscuro. La luz aguanta más, las horas pasan más rápido, la gente parece vivir en la calle y hasta los índices de paro descienden en lo que queremos creer que es una señal inequívoca de que todo mejora... aunque no lo sea y aunque no lo haga.


Julio pasea por los días de su mes en un ejercicio de imaginación redundante que busca adornar este verano que comienza como acabó el invierno, como transcurrió la primavera y nos dejó el otoño. La cerveza y la brisa vespertina son las compañeras de fatiga de ese chaval desangelado, de aquel soñador que un día se despertó del ejercicio de imaginación que había realizado durante años y se dio cuenta de que la vida no es tan dichosa como la pintan, al menos no para todos. Por cada pena un trago y cuanto más penosa sea la desdicha que venga más cargada la copa siguiente, por favor. El refugio de los cobardes es abrazarse a la botella rememorando otros tiempos mejores, otras épocas que quedaron atrás pero que se mantienen inamovibles en la memoria. Julio y sus treinta y un años se unen a julio y sus treinta y un días mientras brinda con tequila por cada uno de ellos y en cada uno de ellos. Se echa a pensar y ve que aunque julio es la medida del trabajo, él no lo tiene; por eso espera medirse en duelo a julio en lo que desea que sea para él, para el propio Julio, un mes y un inicio de verano inolvidable, con las connotaciones buenas o malas que pueda tener esa palabra, pero que no se olvide jamás; como aquellos cuentos que hoy repite su memoria nostálgicamente. Eso le pide Julio su tocayo, ese mes del que ya hemos perdido dos días sin darnos cuenta: que sea bueno o malo, pero que jamás se vaya de su memoria.

viernes, 28 de junio de 2013

La lección más valiosa de los Tudor

Termino los Tudor y pronto os comentaré mis impresiones al respecto. De momento os dejo una frase que da que pensar, que quita las ganas de estarse quieto en el mismo lugar y te asoma a un mundo que poco a poco se va acabando, aunque a veces no nos demos cuenta de ello.

miércoles, 26 de junio de 2013

La tormenta y la calma

De una canción de Creedence Clearwater Revival os dejo una versión más moderna del gran Rod Stewart




"La calma precede a la tormenta así como la tormenta 
precede a la calma, la vida no es más que guarecerse 
de la primera y salir a disfrutar de la segunda, 
sea cual sea el orden de la frase"

Reflexión de una mañana veraniega de sol y calor, de bendita calma

viernes, 21 de junio de 2013

La televisión, reflejo de la sociedad

Llevo ya un par de meses colaborando para la revista DSS Magazine. Al ser un medio de pago online, muchos de vosotros quizás no la conozcáis aunque os dejo el enlace AQUÍ por si os interesa adquirir un ejemplar (desde luego, merece la pena). Este mes escribo varias cosas allí y, además, tengo el honor de abrir la 'Sala de reflexión' con un escrito sobre la televisión y la sociedad que os dejo para que leáis.




“España va mal se mire por donde se la mire”. Con esta frase cerraba su discurso un conocido mío en una de las muchas conversaciones que mis amigos y yo tenemos, cerveza en mano, frente a la barra de nuestro bar preferido. Como tantos y tantos españoles de a pie intentamos, con más pena que gloria por supuesto, solucionar los problemas de nuestra nación desde la tranquilidad que otorga estar sentado al cobijo de un anonimato que ofrece la posibilidad de opinar sobre todo, dar una impresión de que sabes del tema y después olvidarte de los resultados si las cosas no fueron como tú pensaste que lo serían. Es muy español criticar y opinar sin tener idea, nosotros somos así y probablemente de ahí nazca nuestra grandeza o nuestra pequeñez, según como ustedes lo quieran ver.

Aquella frase perduró en mi memoria desde entonces. La verdad es que el chico llevaba razón, España va mal en muchos aspectos: sanidad, educación, política, corrupción, cultura, paro, economía, moralidad e incluso en el deporte, donde la edad de oro de nuestra generación está salpicada por unos escándalos de dopaje que parece todavía están por derramar toda la mezquindad posible sobre personajes que parecían limpios. Ya veremos qué pasa.