miércoles, 18 de agosto de 2010

Defendiendo a las maduritas

En el diario La Opinión, donde tengo el gusto de realizar las prácticas este verano, tenemos que hacer diversos debates para amenizar un poco el contenido del periódico. Hoy nos ha tocado "maduritas vs jovencitas" (ayer se hizo "maduritos vs contra jovencitos" que aquí no hay sexismo). Partiendo de la base de que me gustan (como Dios y todos vosotros sabéis) todas las componentes del maravilloso género femenino, pienso y siempre lo he creído así, que las treintañeras son increíblemente increíbles. Aquí tenéis mis razones:

EL DULCE SABOR DE LA EXPERIENCIA

"En las monotemáticas conversaciones (fútbol y mujeres) que tengo con amigos, coincidimos todos en que es mil veces mejor una señora de treinta, treinta y tantos o incluso, de cuarenta y tantos, a una de niñata de veinte. Una señora curtida en mil batallas, que te enseñe las dulces realidades ocultas del amor, con esas arruguitas tan sexys que intenta disimular sin saber que son las que las hacen mucho más apetecibles. Una señora que provoca y que sabe cómo hacerlo, con clase y con gusto, sin caer en la chabacanería ni la ordinarieces de las adolescentes. Un sutil cruce de piernas, una mirada profunda, una caricia más larga de la cuenta para que un chico de 23 años comience a imaginar el más pecaminoso de los pensamientos. Eso es una madurita, una MILF como se la conoce en el jerga juvenil, el dulce sabor de la experiencia."

viernes, 13 de agosto de 2010

Copiando a Maldita Nerea

"Porque hay veces que el destino quiere que dos ríos se encuentren en un punto concreto, una noche cualquiera, en un mes al azar… quizás Diciembre. Ahora que te tengo, que te siento tan cerca, no sé, realmente no sé de donde ha salido toda mi vida, cada suspiro, cada caricia, cada beso desperdiciado en otras que pudieron ser para ti. ¿De dónde ha surgido toda mi existencia sin verte? Pide esta noche sólo cena para ti y para mí, sólo para dos, que sobre lo demás.
Llevo tiempo yendo muy lejos, allá donde se desvían los desvíos, donde se unen los caminos, donde se separan los destinos; todo con la única intención de probar suerte, porque mi vida, cuando se juntan dos ríos, se hace fuerte la corriente.
¿Te vas? ¡Hasta luego! No te retendré pero te digo que yo me quedo aquí porque vivo para tumbarme en tus piernas, para acostarme hasta el mediodía junto a ti, porque si tú me acompañas yo no tengo ni hambre, ni frío, ni miedo, ni sueño. Es que si tú me acompañas te juro que haré que no tampoco tengas tú, si en verdad estás conmigo, ni hambre, ni frío, ni miedo, ni sueño.
Siéntate aquí, muy cerca de mi y cántame esa canción, la de aquel camino que pasa por Torre. La canción de aquella noche oscura, en la que nos juntamos todos en el salón. Recuerdo que había velas, pero también que me cantabas una y otra vez la misma balada: la de la pasión, la que cantaba yo ayer, yendo hacia tu habitación.
Vivo hoy por eso, tumbado en la arena. Te miro y te miro, y siento que con únicamente por tenerte en mi retina no tengo ni hambre, ni frío, ni miedo, ni sueño.
¿Me cantas la de aquel camino qué pasaba por Londres? canta la canción de las minas, donde dormíamos viendo la nieve esa noche en la que combatimos el frío con eso, con pasión. La misma que me hizo bailar contigo debajo del edredón de tu cama.
Sólo por eso, únicamente por eso, puedo dormir en estas piedras por y para ti, porque se que contigo no tengo ni hambre, ni frío, ni miedo ni mucho menos sueño".

martes, 10 de agosto de 2010

Reacción al ver 'Alejandro'

No soy partidario de actualizar dos veces en un día, pero es que esto es demasiado bueno como para esperar a mañana. Atención con la "cosa" que viene a continuación. Observen como está viendo el videoclip de Lady Gaga de la canción 'Alejandro'y sus posteriores impresiones



Aquí tenéis el video oficial que, aunque la tia personalmente me da asquete, hay que reconocer que la canción mola

lunes, 26 de julio de 2010

Hasta siempre capitán

Hoy es uno de los días más tristes que recuerdo.
A muchos les extrañará, y otros tantos no podrán comprender cómo un deporte puede despertar tanta pasión, tanta exaltación, tanta vida. Pero eso es lo grandioso del fútbol: por eso es el deporte más importante del planeta, porque te conmueve, te sacude, te exacerba como nada más puede hacerlo.

Hoy se despide Raúl González Blanco del Real Madrid.
Hoy, el club de mis amores se queda cojo. Por supuesto que seguiré siendo madridista, por supuesto que seguiré queriendo al club de Chamartín con todo mi corazón, pero este corazón hoy es más pequeño de lo que era ayer.

Yo comencé en esto del fútbol con Raúl. Empecé a enamorarme de este deporte hace unos dieciséis años, cuando un chaval debutaba en La Romareda. Entonces yo tenía seis años y soñaba con hacer algún día lo que él hacía. Han sido muchos títulos, muchos goles, muchísimos momentos de emoción. Creo que Dios me ha dado la oportunidad de vivir una de las mejores épocas del Real Madrid: he visto tres Copas de Europa, seis Ligas, dos Intercontinentales (entre otros muchos trofeos), y todo eso lo he vivido junto a Raúl.

Él levantaba los títulos y millones de niños llorábamos de emoción en casa. Él marcaba los goles y millones de chavales corríamos a comprarnos su camiseta. Él besaba su anillo, y cientos de miles de mocosos hacíamos lo mismo en las pachangas del colegio.

Un futbolista al que nunca se le podrá agradecer lo suficiente todo lo que ha hecho por nosotros, por el Madrid, y sobre todo, por España.
Un futbolista que, en cualquier otro país del mundo, habría sido elogiado hasta la saciedad, encumbrado hasta los cielos y alentado sin descanso. Pero claro, esta España es demasiado lamentable como para eso.

Se va mi ídolo. Una de las personas que, sin haberla conocido, se convirtió en alguien fundamental en mi vida.
El "7" de mi equipo.
El capitán que nunca tuvo un mal gesto, que jamás dijo una mala palabra a nadie, ni siquiera —y eso que muchas veces tenía razón—.

Hoy se marcha un símbolo.
Pero lo bueno de los símbolos es que no se destruyen: siempre estarán presentes por el resto de la historia en nuestros corazones, en los de los madridistas de verdad, los que sabemos agradecer todo lo que nuestro gran capitán nos ha dado.

Un caballero dentro y fuera del campo.
Un ganador absoluto, que se lo llevó todo… quizás también el mal sabor de boca de no haber podido jugar con esta selección, que le llegó cuatro años tarde.

Se va mi infancia.
Se van mis tardes de fútbol en el colegio, mis camisetas Kelme con patrocinio de Teka y el número 7 a la espalda. Se van mis noches frente al televisor.
Se va el gol de la Octava.
Se va el de la Novena.
Se va el que calló a 80.000 culés en su propia casa.

El 7 de España se va.
Y con él se va, por desgracia, media historia reciente del Real Madrid.
Y yo, me voy con él.

Porque siempre te acompañaré.
Porque siempre me tendrás a tu lado, estés donde estés, vayas donde vayas.
Es lo menos que puedo hacer por ti.
Es lo mínimo que puedo hacer por todo lo que me has dado.

Hasta siempre, capitán.
Jamás te olvidaremos.

viernes, 23 de julio de 2010

Presuntamente jamón

Me enseñaron en mi querida Universidad Complutense de Madrid...miento, no puedo empezar así una entrada. Rectifico: En algún lado leí u oí que antes de afirmar que alguien ha cometido un delito, había que probarlo. Tú no puedes llamar a un asesino "asesino", hasta que un juez haya dictado sentencia sobre su caso, hasta ese momento, el asesino es "presunto asesino". Eso mismo parece ser que ha pensado la marca "Lays" para sus patatas con sabor a jamón. A la espera de que el juicio de comienzo, los patateros tienen puesto en los paquetes de patatas, sabor "jamón presunto".

Así que esperaremos a que se resuelva la contienda para poder finalmente afirmar (o no) que lo que estamos comiendo es patatas con sabor a jamón. Seguiremos informando