lunes, 21 de enero de 2013

Los cinco viajeros


Los cinco amigos estaban prestos para recorrer tu espalda. Cada uno tenía claro el rol dentro del equipo, todos eran igual de importantes y ellos eran conscientes de ello, cosa que los unía todavía más en el propósito final de su misión. Comenzaron el camino desde la parte posterior del cuello, deslizándose despacio hacia el sur, donde la temperatura, bien es sabido por todos, es mucho más agradable. Los cinco, capitaneados por Corazón, bajaban por aquel envés que se erizaba con el paso de los intrépidos viajeros. Índice y Anular, acompañaban al sargento por el centro y el delgaducho soldado Meñique junto con el regordete Pulgar, avanzaban por los flancos atentos a cualquier posible adversidad que se presentase.

Siguiendo la estela de tu columna vertebrar, los cinco valerosos aventureros avanzan sin pausa hacia el paraíso, hacia un edén prometido y que ya habían visualizado en millones de ocasiones en sus más pecaminosas fantasías. Descienden por el valle que tus hombros dejan al estremecerse mientras se van contando mil y una historia sobre qué encontrarán y cómo afrontarán el milagroso sino al que están a punto de enfrentarse. 
 
Siguen bajando hasta la curva mágica que forma el final de tu espina dorsal, el lugar, parafraseando a la castiza frase “donde la espalda pierde su nombre”. Ahí, impertérritos, se agrupan en un movimiento fugaz para hacer frente a una nueva ascensión al paraíso. Poco a poco llegan de nuevo a la cima de esa bendita cumbre y descubren que tu espalda realmente no era tan grande como ellos imaginaban, que ya han coronado el pico de sus sueños y que desde ahí el paisaje es maravilloso, sencillamente perfecto. Deciden por mayoría absoluta y consenso total, acampar eternamente en ese lugar celestial, recorrer de nuevo cada centímetro, explorándolo más profundamente. Resuelven seguir incasables descubriendo cada secreto escondido, cada tesoro oculto en ese extraordinario lugar. Los cinco se miran y sonríen, han conquistado el Olimpo y son los únicos con derecho para acampar a sus anchas por él. Poco más se le puede pedir a la vida, muy poquito más.

martes, 15 de enero de 2013

Subiendo al paraíso

Hoy aprendemos de la tenacidad, el tesón, el esfuerzo y la constancia de un animalito no más grande que la palma de la mano. Ejemplar y precioso


lunes, 14 de enero de 2013

Soñé con un sueño

Ayer vi 'Los Miserables', esa película que la gente me decía que "estaban todo el rato cantando" y a la que yo contestaba, más desganado que otra cosa: "ni que fuera un musical...". Me gustó mucho, de principio a fin. Vi a un Hugh Jackman pletórico, a un Russell Crowe fantástico, a una Helena Bonham Cartes estupenda, a una Amanda Seyfried fabulosa y sobre todo, a una Anne Hattaway que se corona una vez más (y ya pierdo la cuenta de cuántas van) como una de las grandes de este precioso oficio que es el cine. Aquí la tenéis




PD: Si el enlace dejara de funcionar porque Youtube lo quita, no dejéis de acudir AQUÍ

viernes, 11 de enero de 2013

Los tres deseos

Vagabundeaba él por las frías calles de la ciudad cuando encontró, pegada a un cubo de basura y llena de polvo, una extraña lámpara de aceite árabe. Se acercó y la cogió del suelo para examinarla detenidamente. Casi sin darse cuenta y por el leve roce de sus dedos en la superficie de metal, un genio de aspecto temible y voz de película salió de repente:

- Ha encontrado la lámpara maravillosa, te concederé tres deseos... los que vos deseéis mi amo y señor - dijo con tono célebre
- ¿Tres deseos? - respondió sorprendido - ¿los que yo quiera?
- Así es, podéis pedir riquezas, fama, mujeres, comida, poder... todo lo que vos queráis mi amo y señor - volvió a repetir

Tras unos pocos segundos de silencio, el muchacho contestó:

- La quiero a ella, a ella y a ella

El genio, impactado porque aquel hombre fuera a desperdiciar los tres deseos en uno sólo, le comentó 'off the record':
- Mi amo y señor, estáis malgastando los tres deseos en uno, ¿queréis rehacer la petición?
- No, la quiero a ella... a ella... y a ella ...y con ella a mi lado que pase lo que tenga que pasar, que venga lo que tenga que venir y que toda la furia de la vida recaiga sobre mí si fuera necesario, cualquier cosa... pero con ella y sólo con ella.

jueves, 10 de enero de 2013

Mientras, en Argentina...

Mientras nosotros nos cagamos de frío, pillamos resfriados que nos hacen moquear, nos abrigamos hasta el mismo cogote y ponemos la calefacción a tope... en Argentina pasa esto