Mostrando entradas con la etiqueta Sacando versos. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Sacando versos. Mostrar todas las entradas

lunes, 17 de agosto de 2015

Antónimos

Perderme sin rumbo bajo tu falda,
Encontrarte al despertar a mi lado,
Hacerme el dueño de toda tu espalda,
Esclavizarme a tu lengua y tu pelo dorado.

Bajar lentamente por tu ombligo,
Hacerte subir al mismísimo cielo,
Acallar con mis manos tus gemidos,
Gritarle al universo que te quiero.

Amar cada una de tus manías,
Odiar al mundo si te me alejas,
Comprar un ramo de tus caricias,
Venderte mi alma a tocateja.

Humedecer con mis labios tu boca,
Secar de tu cuerpo el sudor de la noche,
Amarrarte tan fuerte que te vuelvas loca,
Dejar que te vayas sin ningún reproche.

Crear con tus ojos una religión entera,
Destruir a cualquiera que te haga sufrir,
Sentir con mi pecho que tu corazón se acelera,
Saberme vacío si no estás aquí.

Decir un ‘te amo’ cuando estás dormida,
Callarme las ganas que tengo de ti,
Porque sin ti, cariño, me falta la vida
Porque sin ti, mi amor, no puedo vivir.

viernes, 12 de junio de 2015

Y nada más

Tu sonrisa por la mañana, temprano,
Tu piel tostada por el sol del verano,
Tu blusa ondeando junto al mar,
Tu mano enlazada con mi mano…
…Y nada más.

Tus piernas amarradas a mi espalda,
Mis dedos subiendo bajo tu falda,
Nuestras bocas comiéndose a la par,
Perderme en esos ojos esmeralda…
…Y nada más.

Que seas el despertar de todos mis días,
El cobijo de las noches más frías,
El lugar donde siempre regresar.
Saber que tus caricias serán mías…
…Y nada más.

Tu pelo dorado, el color de mi bandera,
Tu piel ardiendo, de la mía compañera,
Tu lengua, tus dedos y ese bonito lunar,
La curva de tus labios y tus caderas…
...Y nada más

lunes, 13 de octubre de 2014

No quiero

No quiero levantarme temprano
y que tu lado de la cama esté frío.
No quiero que mi cuerpo profano
sin tus caricias se sienta vacío.

No quiero que tus besos sagrados,
se enjuguen en bocas ajenas.
No quiero que tus labios salados
Encuentren a otro mecenas.

No quiero que la luz de la noche,
caiga sobre mi lecho vacante.
No quiero que el alba reproche
que el vacío se hizo constante.

No quiero más pecho que el tuyo,
sudando al lado del mío.
No quiero más temple que el suyo,
calmando mi torso baldío.

No quiero que te vayas de mi lado,
no quiero más noches sin dormir,
no quiero sentirme abandonado,
no quiero otros senos que oprimir.

No quiero más noches en vela,
si no son besando tu espalda.
No quiero más canción a capela
Que la encuentre bajo tu falda.

No quiero sólo una vida contigo,
me parece bastante escaso,
quiero que tu pelo sea mi abrigo
Desde que amanece hasta el ocaso.