lunes, 19 de enero de 2009

Futura cita

Si algún día escribo un libro, habrá una parte en la que ponga esto:

"Era un parque bastante grande en el que nunca había estado antes o, por lo menos no lo recordaba. Tenía unos caminos de tierra, los cuales llegaban todos a una fuente enorme con formas de sirenas. Pude distinguir también una zona de recreo donde varios niños jugaban con castillos de arena, otros se balanceaban en un columpio verde que se encontraba en el centro y otros, se lanzaban por un tobogán enroscado. El paisaje me resultó frío, aunque claro, yo también me encontraba congelado en ese momento. Había flores por doquier pero no las encontré bonitas. El sol resplandecía en lo más alto del cielo en lo que era ya el apogeo de la mañana, pero yo lo miraba indiferente. La gente andaba y paseaba por aquel parque pero sin embargo, yo no veía personas sino una enorme muchedumbre. Agaché la cabeza y me tapé la cara con mis manos. Estuve así unos minutos y de repente levanté la vista y vi por primera vez:
De nuevo vi gente andar, mucha gente. Vi gente que no se paraba a ver que me pasaba, que no se daban cuenta de que mi corazón estaba roto o, si se daban, no les importaba lo más mínimo. Vi multitud de gente de nuevo, y vino a mi la sensación de infinita minusculidad. Esa sensación en la que por fin, por un breve momento, te das cuenta de que no eres absolutamente nada. De que eres solo una mota de polvo en un espacio infinito, no grande, infinito. Te das cuenta de que hay miles de millones de personas en el mundo que no te conocenr ni quieren conocerte. Personas que ni les importas, ni les interesas lo más mínimo. No se preocupan de ti, ni les sirves para nada. Millones de seres humanos que jamás conocerás, que no sabrán como eras, ni tu sabrás como son. Me di cuenta de que este mundo es solo un jardín inmenso donde solo te da tiempo a oler unas pocas rosas, las demás pasan sin que ni siquiera sepas que existen…¡que triste!. Es triste saber que quizás tus amigos de verdad, los que de verdad son compatibles contigo y con los que serías feliz viven lejos de ti. Es triste saber que el amor de tu vida, la persona hecha única y exclusivamente para ti, tu alma gemela, el ser que te completa, quizás no pase jamás ni a un kilómetro de tu lado. Es triste saber que no eres nada, que eres polvo y que solo puedes aspirar a que tu, mota de polvo insignificante, seas conocido y reconocido por algunas motas como tu, a tener un sitio mejor que las otras motas donde vivir o un medio mejor para pasear tu simpleza por el mundo, o tal vez una ropa mas cara que te haga parecer mejor mota de polvo, pero que al fin y al cabo tu sigues siendo eso…polvo"