Y el más importante de todos...
Recopilación de todo lo que veo, escribo, escucho, hago, siento y quiero... o simplemente me invento.
jueves, 27 de enero de 2011
Cuatro cosas que toda mujer debe saber y casi ninguna sabe
Y el más importante de todos...
lunes, 24 de enero de 2011
Se busca
El caso es que de unos días a esta parte mi pantalla principal luce así

Triste, solitaria, con ese huequecito que está jodiendo a los demás iconos. Todos la echan de menos, ya no abren igual. El Firefox me está fallando y lo peor es que el Chrome se ha alidado con él (no me seáis gentuza y me digáis que use el Explorer, no estoy tan deseperado); el JDownloader y el Rdesc sólo me descargan porno y más porno (algo que sería bueno si no fuese porque me bajan zoofilia y porno gay), el Spotify únicamente me deja escuchar la discografía de Camela, aunque intente escuchar Rascal Flatts. Los muñequitos del Messenger se pegan todo el día y después fornican para reconciliarse, y mi fondo de pantalla, ese mar oscuro y acojonante se cambia cada 5 minutos por otra foto, no sé si debería decirlo, me da mucho miedo...por esta...

Por favor, si alguien puede darme cualquier información sobre el paradero de mi Papelera le recompensaré generosamente. Ya no aguanto más sin ella.
"Querida, si me lees en este momento, vuelve a cada. Todos te queremos y te echamos de menos".
sábado, 22 de enero de 2011
All In al futuro
Hacía mucho que no recurría a la escritura. Siempre he pensado que esto va por rachas: unas veces estás inspirado o, si tienes suerte, incluso encuentras a alguien que te inspire; mientras que otras, simplemente no puedes escribir nada, no te sale. Esta noche no es que esté demasiado fluido, pero me apetecía escribir. Tenía ganas de escuchar el teclear de mi ordenador, de ver cómo, poco a poco, las palabras van impregnando la hoja de mi pantalla, con nexos más o menos acertados.
¿De qué escribir?
Esa es la gran pregunta que todo el mundo que se pone a esto se hace: ¿Qué puedo decirle al mundo que le pueda interesar? A veces anteponemos el qué quieren escuchar al qué quiero decir. Hoy, perdonadme, no será así. Hoy voy a ser un poco egoísta, voy a contaros cosas probablemente sin importancia, sin relevancia, que no crearán escuela ni tendrán un eco en la eternidad; cosas que incluso puede que no entendáis.
Hoy me pongo a desgranar mi vida, mis casi veinticuatro años, para saber qué es lo que realmente vale la pena. Últimamente lo hago mucho; será que me hago mayor. Hago balance de mi vida, de lo que he hecho, de lo que no he hecho, de lo que me gustaría hacer, de lo que me queda por hacer y de lo que, tristemente, jamás haré. Hago balance de mis días y de mis noches, de mis risas y de mis llantos, de mis penas y alegrías, de mis momentos oscuros y de los brillantes, de los amigos que quedan y de los que se fueron, de los amores pasados y venideros… y de todo este mundo que me rodea, que me envuelve, lo quiera o no, y creo sinceramente que vale la pena estar aquí. Creo que mi balance sale positivo, que tengo beneficios en mi vida, que, de momento, tengo más fichas sobre el tapete de las que he perdido. No porque ahora esté genial —quizás no lo esté tanto—, sino porque albergo la esperanza de que en el futuro estaré mejor. Es eso, la esperanza, lo que nos mantiene aquí, lo que hace que juguemos otra mano, esperando que las cartas nos sean más propicias, que la suerte nos sonría. La esperanza me hace aferrarme a la vida, a mis amigos, a mi familia, esperando que un momento cualquiera de un día cualquiera, todo se torne de un color más claro. Que mi futuro, en todas las perspectivas desde las que lo mire, se vuelva perfectamente despejado. Es complicado, lo sé. En el póker solo uno gana: el que despluma al resto. En esta vida puedes ser el vencedor o el vencido, y lo triste es que, aunque juegues muy bien tus cartas, estás inevitablemente condenado a jugar con las que te han repartido, que pueden ser la mayor mierda que te eches en cara.
Me quedo sin inspiración de nuevo. Poco a poco, el bote se gasta, se evapora como si estuviera en un día soleado de verano, pero estoy en una noche fría de invierno. Paradojas de la vida. Pero con el olor a tapete, el tacto de las fichas, la intriga de las cartas que aún no has visto y los planes que tienes y deseas al ver las cinco de la mesa, me despido. Os deseo suerte en el juego, la necesitaréis. Yo ya lo tengo claro: a partir de ahora, le hago, como diría un grande, all in al futuro.
miércoles, 19 de enero de 2011
Islas Cook
Efectivamente, una pintada en la puerta de @ArturoDminguez en la que se puede leer: 'Free Islas Cook Free', con el siempre sugerente dibujo de un pene eyaculatorio. Brutal
Ahora empiezan las ofensivas, las contraofensivas, los bombardeos, los muertos civiles y militares, las protestas de los pacifistas, las bajas, el alzado de bandera, la sangre, la suciedad, la muerte y demás. Ahora comienza la guerra de verdad
sábado, 15 de enero de 2011
V de bonito
Pero a pesar de esta maravilla, ayer me quedé prendado de otra retahila de palabras, de otro cúmulo de frases que, transportado a un contexto personal y que quizás no comprendáis, puede que hayan sido las palabras más bellas que he oído hasta ahora: